Teniendo en cuenta las necesidades físicas, mentales y emocionales de las personas, los diseñadores de interiores utilizan enfoques centrados en el ser humano para abordar cómo vivimos hoy. Al crear enfoques novedosos para promover la salud, la seguridad y el bienestar, los interiores contemporáneos se inspiran cada vez más en la biofilia como un enfoque holístico para promover la salud, la seguridad y el bienestar. Los interiores contemporáneos se inspiran cada vez más en la biofilia como un enfoque holístico del diseño. Por definición, el diseño de interiores engloba diversos aspectos de nuestro entorno. La disciplina se extiende a los materiales de construcción y acabados; carpintería, muebles.

La biofilia es la idea de que los humanos poseen una tendencia innata a buscar conexiones con la naturaleza. El término se traduce como ‘el amor por los seres vivos’ en griego antiguo (philia = el amor de / inclinación hacia), y fue utilizado por el psicoanalista estadounidense nacido en Alemania Erich Fromm en The Anatomy of Human Destructiveness (1973), que describió la biofilia como “el amor apasionado de la vida y de todo lo que está vivo.” El término fue utilizado más tarde por el biólogo estadounidense Edward O. Wilson en su trabajo Biophilia (1984), que proponía que la tendencia de los seres humanos a centrarse y afiliarse a la naturaleza y otras formas de vida.

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Minimalista
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Detalles del diseño

En el diseño, llevamos características del mundo natural a los espacios construidos, como el agua, la vegetación y la luz natural, o elementos como la madera y la piedra. Fomentar el uso de sistemas y procesos naturales en el diseño permite la exposición a la naturaleza y, a su vez, estos enfoques de diseño mejoran la salud y el bienestar. Hay una serie de posibles beneficios, incluida la reducción de la variabilidad del ritmo cardíaco y del pulso, disminución de la presión arterial y aumento de la actividad en nuestro sistema nervioso, por nombrar algunos.

Con el tiempo, nuestras conexiones con el mundo natural divergieron en paralelo con los desarrollos tecnológicos. Los avances en los siglos XIX y XX cambiaron fundamentalmente la forma en que las personas interactúan con la naturaleza. Protegidos de los elementos, pasamos más y más tiempo en el interior. Hoy en día, la mayoría de las personas pasan casi el 80-90 % de su tiempo en interiores, moviéndose entre sus hogares y lugares de trabajo. A medida que los diseñadores de interiores adoptan la biofilia.

Resultado increíble

Al establecer experiencias multisensoriales, podemos diseñar interiores que resuenen a través de edades y demografías. Estas habitaciones y espacios nos conectan con la naturaleza como una forma comprobada de inspirarnos, aumentar nuestra productividad y crear un mayor bienestar. Más allá de estos beneficios, al reducir el estrés y mejorar la creatividad, también podemos acelerar la curación. En nuestras ciudades cada vez más urbanizadas, la biofilia aboga por un enfoque más humanista del diseño. El resultado son interiores biofílicos que celebran cómo vivimos, trabajamos y aprendemos con la naturaleza. El término se traduce como “el amor por los seres vivos” en griego antiguo (philia = el amor por / inclinación hacia), y fue utilizado por el psicoanalista estadounidense nacido en Alemania Erich Fromm en The Anatomy of Human Destructiveness (1973).